¿Y de qué se trata eso?

«Desde que el ser humano habita esta tierra observa su entorno, la naturaleza, el sol, la luna, las estrellas y el comportamiento de otros seres vivos, para poder sobrevivir de acuerdo y en armonía con su ecosistema y predecir ciertos eventos futuros.»

«Estar en sincronía con los procesos de la naturaleza era fundamental para no sufrir hambre y escases, que sólo podría desencadenar en la muerte de las personas o en la extinción de una cultura completa. Así fue como civilizaciones y comunidades indígenas, antiguas, como los griegos, maya, inca, antiguos nórdicos, mapuche, entre otros, desarrollaron una estrecha relación con el medio y una importante cosmovisión que los llevó a darle un valor trascendental a los cambios de estación.»

Desde ese lugar, atendiendo a la necesariedad de estar en estrecho contacto con eventos que se van
produciendo en nuestro sistema solar, seguramente influenciados por otros sistemas, se encuadran las estacionales humanistas, donde en una fecha particular, condicionada por tales eventos astrológicos y naturales, se alza un melodioso y suave canto humano, cual agua cristalina que, alegremente, se entrega en su devenir…

«En muchas cosas Silo recupera y recrea tradiciones antiguas que la humanidad siempre llevó adelante. Y una de ellas justamente es la celebración del cambio de las estaciones, que se empalma con las preguntas básicas que el hombre se hacía sobre la naturaleza, la ciclicidad o sus propios cambios.»

«El humanismo siempre tiene relación con el renacer, con ese volver a ubicar al ser humano como eje central de la vida, apoyándonos en las experiencias que tenemos y concibiendo el renacimiento desde ahí, desde una sociedad oscura hacia una más luminosa, más alegre, más plena».

«En los Parques por lo general, se está todo el día, se hacen ceremonias, se conversa, se hacen intercambios de conversación informal, evaluando lo hecho, lo por hacer…»

«Y al ser internacional, en esta celebración actúa la copresencia de otros y otras que están pasando por otros momentos estacionales y eso también tiene mucho significado, porque uno está sintonizado con mucha gente que no necesariamente está en este mismo lugar o momento..»

Sintonicemos entonces hoy desde Parque Cinco Saltos con la vibración humana planetaria que conlleva este cambio de ciclo… nutramos con nuestros mejores deseos y con nuestro canto alegremente calmo ese sueño colectivo de una humanidad luminosa, que anida ya en nuestros corazones…